jueves, 30 de junio de 2011

¿La Instrucción nos Vuelve Mejores?




Habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios,
tenéis por vuestros frutos la santificación, y como fin, la vida eterna.
Romanos 6:22.

Creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.
2 Pedro 3:18.
«La ignorancia es madre de todos los males». Este pensamiento de un autor francés hace creer que cuanto más instruido sea el ser humano, mejor se conduce. Es una visión más bien optimista de la vida. ¿Pero es correcta?

       La instrucción puede tener que ver sólo con mi comportamiento exterior y no con mis tendencias más profundas. Mejora mi nivel de vida y ensancha mis horizontes. Sin embargo, puedo permanecer centrado sobre mí mismo, con mis pensamientos obstinadamente vueltos hacia mis deseos egoístas. Pondré mis razonamientos lógicos al servicio de mis propios objetivos, lo que no me impedirá ser inmoral y orgulloso. Uno de los aspectos trágicos del hombre es que la razón puede servir tanto para apoderarse de bienes injustos como para aliviar los sufrimientos del prójimo. ¡Verdaderamente la naturaleza humana está corrompida!

       La Biblia nos dice que en el fondo de cada uno se esconde una fuerza del mal que conduce a malas acciones. Cuando la mente humana no tiene más relación con su Creador, carece de luz y está en tinieblas. La instrucción tiene su verdadero sentido y su fuerza sólo con una condición: volver a hallar una verdadera relación con Dios. Jesús, el Hijo de Dios, vino a la tierra para dárnosla a conocer. “A Dios nadie le vio jamás; el Unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer” (Juan 1:18).

martes, 28 de junio de 2011

María la Sanguinaria



¿Quién será aquel que diga que sucedió algo que él no mandó?
Lamentaciones de Jeremías 3:37.

Por tu ordenación subsisten todas las cosas hasta hoy,
pues todas ellas te sirven.

Salmo 119:91.


        María Tudor (1516-1558), reina de Inglaterra y apodada «la Sanguinaria», perseguía a los cristianos que seguían la reforma protestante. Después de un muy somero juicio, los mandaba sistemáticamente a la hoguera. Uno de ellos, Bernard Gilpin, un conocido predicador fue convocado para comparecer ante ese tribunal implacable.

       Pero en su camino hasta Londres se cayó y se fracturó una pierna, así estuvo obligado a detenerse por un tiempo. El oficial que lo acompañaba le recordó con ironía algo que Gilpin repetía a menudo: –Nada ocurre sin que el Señor lo haya mandado; y “todas las cosas les ayudan a bien… a los que conforme a su propósito son llamados” (Romanos 8:28). Entonces le preguntó si seguía pensando así. Gilpin respondió suavemente que no dudaba de ello. Y tenía razón, porque antes de que fuese capaz de seguir el camino, María la Sanguinaria falleció. Bernard Gilpin pudo volver a casa, acogido por la multitud que agradecía a Dios por tal liberación.

       “Clamaré al Dios Altísimo, al Dios que me favorece.” (Salmo 57:2). “Tú, Señor, eres escudo alrededor de mí; mi gloria, y el que levanta mi cabeza. Con mi voz clamé al Señor, y él me respondió desde su monte santo.” (Salmo 3:3-4)

Comunión en la Vida Conyugal



Amargura grande me sobrevino en la paz,
mas a ti agradó librar mi vida del hoyo de corrupción.

Isaías 38:17.


Un estudiante cuenta lo siguiente: «Ocurrió en el año 2003 en mi patria, Polonia. En una familia con varios hijos, el padre se convirtió al Señor Jesús. Todos se dieron cuenta del cambio que la fe había efectuado en su padre. Pero la madre, de unos 45 años de edad, no quería saber nada del Salvador del mundo; estaba endurecida y en contra.

       Repentinamente cayó enferma. El médico diagnosticó una enfermedad incurable, dándole tan sólo de 3 a 4 meses de vida. ¡Una noticia desoladora!

       Pero esto provocó un cambio radical en el corazón de la mujer. ¡Cuán diferente le pareció todo visto a la luz de la eternidad! Entonces aceptó la buena nueva del Salvador y se convirtió. Según el diagnóstico médico, la mujer falleció cuatro meses después. Se fue para estar con su Salvador en la gloria.

       En el entierro el predicador contó a sus oyentes: –Hablé con el marido de la difunta. Lo que él dijo me conmovió profundamente: –Los últimos cuatro meses fueron los más hermosos de nuestra vida conyugal. Pudimos estar unidos en lo más santo. No existe algo más hermoso».

       El rey Ezequías experimentó algo parecido cuando Dios permitió que enfermara gravemente. Después de su experiencia dijo: “A ti agradó librar mi vida del hoyo de corrupción; porque echaste tras tus espaldas todos mis pecados” (Isaías 38:17). Para él la enfermedad también se había transformado en bendición

domingo, 26 de junio de 2011

RAJEM-AMOR

El Pecado y los Pecados


Si decimos que no tenemos pecado,
nos engañamos a nosotros mismos,
y la verdad no está en nosotros.
1 Juan 1:8.

Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado,
para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.

2 Corintios 5:21.
   La Escritura nos habla del pecado y de los pecados, o dicho de otra forma del árbol malo (el pecado) que produce sus frutos malos (los pecados). El pecado es, pues, esa fuente del mal que está en lo más profundo del ser humano.

       ¡Cuántas guerras, conflictos o sencillamente sucesos trágicos produce esa naturaleza pecaminosa! Ni la instrucción ni la tecnología han conseguido impedir que el mundo sea el escenario de la violencia y la inmoralidad.

       Por lo tanto, el pecado es muy real y yo formo parte de esa realidad. La Escritura dice que somos esclavos de él. Si reconocemos esta presencia del mal en nosotros, seremos llevados a buscar la liberación del poder del pecado sobre nosotros y podremos pedir a Dios que nos salve y nos libere.

       Esa liberación es posible porque el Hijo de Dios, Jesús, el único sin pecado, cargó en la cruz con nuestra culpa. Como sustituto recibió el castigo que merece el pecado. El que se arrepiente y cree en el perfecto y suficiente valor de la obra de Jesús puede ser enteramente perdonado por la justicia divina. Entonces, el creyente ya no está más obligado a obedecer a esa mala naturaleza que está en él. “Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado”. “No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal” (Romanos 6:6, 12).

martes, 21 de junio de 2011

La Gracia y la Fe




No me avergüenzo del evangelio,
porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree.

Romanos 1:16.

¿Cómo escaparemos nosotros,
si descuidamos una salvación tan grande?

Hebreos 2:3.
 
En Ginebra, en el año 1817, un renombrado predicador habló sobre el siguiente tema: «El hombre sólo puede ser salvado por Jesucristo», apoyándose en el siguiente texto del evangelio: “El Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido” (Lucas 19:10).

       El predicador habló claramente del Evangelio de la gracia, diciendo: «Oh pecador que confías en ti mismo, ¿cuándo cesará tu ceguera? ¿Cuándo querrás comprender que, a no ser que alguien cargue con tus pecados y apacigüe a tu juez, nunca verás a Dios? Sé bien que esta verdad no es del agrado del oyente, pero ¡qué importa! Si debo optar entre serle agradable o decirle la verdad, ya está decidido: no se trata de agradarle, sino de salvarle.

       Pecador, deja, pues, lo que causa tu miseria, despójate de ese orgullo que te ciega y echa a perder tu vida. Renuncia a tu propia justicia y cree en el Evangelio. No digas que tus pecados son demasiado grandes. ¿Serían más grandes que los méritos del Dios Salvador? Uno tiene una sola vida para convertirse; y es una vida corta e incierta. ¿Acaso es poca cosa la salvación de tu alma? ¿Tienes un bien más preciado? ¿Eres tan orgulloso que preferirías vivir a tu antojo una corta vida, antes que estar con Dios por la eternidad?».

       “La Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado… porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo” (Romanos 10:11-13).

Estar Satisfechos con lo que Tenemos




Ciertamente como una sombra es el hombre;
ciertamente en vano se afana;
amontona riquezas, y no sabe quién las recogerá.

Salmo 39:6.

Así que, teniendo sustento y abrigo,
estemos contentos con esto.

1 Timoteo 6:8
        La publicidad es uno de los principales motores para estimular el consumo. Explota astutamente el deseo que dormita en cada individuo de poseer lo que no tiene. Este deseo no es reciente, pues nuestros primeros padres, que podían disfrutar de todos los frutos del paraíso, también quisieron probar el único que no debían comer.

       No olvidemos que la meta del diablo es hacer que desobedezcamos a Dios, despertando nuestras codicias naturales. Por ejemplo, nos incita a compararnos con aquellos que poseen más que nosotros.

       ¡Pensemos más bien en los que, desde el punto de vista material, son menos privilegiados que nosotros! Esto nos llevará a estar satisfechos, agradecidos, y a compartir con otros. Quizás en nuestro entorno sean numerosos los que se estimarían colmados si pudiesen disfrutar de nuestros medios, de nuestras facultades y de nuestra salud.

       Los elementos de nuestro bienestar material son dones de Dios. ¡Cómo cambian las cosas cuando, con la ayuda de Dios, podemos considerar la vida desde este ángulo! Entonces descubrimos muchos motivos para darle las gracias. Y, ante todo, qué tema de permanente agradecimiento tenemos, pues poseemos el más grande de todos los dones de Dios: ¡la vida eterna obtenida por la fe en Jesús, quien murió por nosotros!

lunes, 20 de junio de 2011

Perdido y Hallado


Mi hijo muerto era, y ha revivido;
se había perdido, y es hallado.

Lucas 15:24.

Fiel es Dios.
1 Corintios 10:13.


Hace mucho tiempo una viuda criaba con mucha dificultad a su numerosa familia y enseñaba a cada uno de sus hijos el respeto hacia Dios y los hombres. Se entristeció mucho cuando su hijo Pedro se dejó llevar por malas compañías y decidió viajar al extranjero. Cuando el joven estuvo a punto de partir, su madre le suplicó que llevase un Nuevo Testamento en el que ella había escrito su nombre y su dirección. Y le dijo: –Si me amas, lee la Palabra de Dios. Él nunca rechaza a quien acude a él.

       Después de varios años sin tener noticias, finalmente se enteró de que el barco en el que su hijo se había embarcado había naufragado. Entonces el dolor y la esperanza en Dios se mezclaron en su corazón.

       Mucho tiempo después un marinero llamó a su puerta. Se le abrió la puerta y en el curso de la conversación evocó un episodio de su vida en el mar: «Cuando naufragamos sobre una isla uno de mis compañeros murió después de ocho días. A menudo él leía un pequeño libro que su madre le había dado. Era su consuelo; él oraba y hablaba únicamente del libro de su madre. Al fin me lo dio, diciendo: –Tómalo y léelo. En él encontrarás al Salvador, como yo lo hallé. Él te dará la paz.

       –¿Usted tiene ese libro?, preguntó la madre. El hombre lo sacó del bolsillo y se lo mostró. ¡Qué emoción! Sí, era su nombre y su propia letra. Era el Nuevo Testamento que había regalado a su hijo Pedro. Una voz, como venida del cielo, le dijo: –Tu hijo vive para siempre.

sábado, 18 de junio de 2011

Milagros y Fe



Es, pues, la fe… la convicción de lo que no se ve.
Hebreos 11:1.

Bienaventurados los que no vieron, y creyeron.
Juan 20:29.


        Al aludir al primer milagro de Jesucristo en unas bodas en Caná (Juan 2:1-11), alguien ironizaba diciendo: –¿Piensa usted que verdaderamente se puede cambiar agua en vino?

       El ser humano quisiera comprender y explicar todo, y ante todo no ser tomado por un ingenuo. Pero lo que caracteriza los milagros es precisamente el ser inexplicables.

       Los milagros de Jesús demostraban su poder y amor divino. Jesús, quien “sabía lo que había en el hombre”, no se fiaba de los que habían contemplado sus milagros, sin que sus corazones fuesen tocados (Juan 2:23-25). Pero la fe no se apoya en las cosas visibles, aun cuando son sobrenaturales, sino en la Palabra de Dios, en lo que el Señor dice. Los discípulos “creyeron la Escritura y la palabra que Jesús había dicho” (Juan 2:22).

       Hoy Jesús quiere cumplir el más grande de los milagros en su vida: la transformación radical de su ser interior. “No seas incrédulo, sino creyente” (Juan 20:27). “Si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo” (Romanos 10:9).

       Por último tenemos que advertirles que no todos los milagros son de origen divino; existen “señales y prodigios mentirosos”, “por obra de Satanás” (2 Tesalonicenses 2:9). En el día del juicio algunos dirán al Señor: “En tu nombre hicimos muchos milagros. Y entonces les declarará: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad” (Mateo 7:22-23).

jueves, 16 de junio de 2011

No Hay Pecador Demasiado Grande al que Dios no pueda perdonar



Ellos flaquean y caen, mas nosotros nos levantamos… Salva, Señor. Salmo 20:8-9.

Había allí una mujer que… andaba encorvada,
y en ninguna manera se podía enderezar.
Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: Mujer, eres libre de tu enfermedad.
Y puso las manos sobre ella; y ella se enderezó luego, y glorificaba a Dios.

Lucas 13:11-13.

   Un joven creyente había obtenido permiso para anunciar el Evangelio a los detenidos en la sala de una prisión. Mientras se dirigía hacia el estrado por el pasillo central, percibió claramente la resistencia y la desconfianza de la mayoría de los prisioneros, y comprendió que la introducción que había preparado no convenía a ese público particular.

       En tanto que subía los pocos escalones hacia el estrado y rogaba a Dios que le mostrara cómo empezar, tropezó y cayó. Hubo muchas risas. El predicador se levantó, tomó el micrófono y dijo: –«Amigos, exactamente para esto he venido, ¡para decirles que un hombre puede caer y levantarse!».

       Esto es lo maravilloso de la gracia de Dios: no excluye a nadie, ni siquiera al criminal más grande del mundo. “Venid luego, dice el Señor, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana” (Isaías 1:18).

       Quien quiera que sea usted e independientemente de lo que haya hecho, ¿no es un gran pecador? “Dios nuestro Salvador… quiere que todos los hombres sean salvos” (1 Timoteo 2:3-4). “La sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado” (1 Juan 1:7). Dios sólo pide una cosa: que todo pecador le confiese sus pecados y crea en Jesús.

El protagonista de estas imagenes no es el coche



COMO HE DICHO ANTES EL PROTAGONISTA DE ESTAS FOTOS NO ES EL COCHE , NI TAN SIQUIERA EL PAISAJE  QUE ES PRECIOSO Y DIGNO DE VER. ESTA EN EL MONTE/ CASTILLO TERMINO DEL MIRON PUEBLO DE AVILA DONDE NACIO MI MUJER , Y EL PROTAGONISTA ES EL DIOS DE MISERICORDIA QUE NOS BENDICE CON PODER VER Y DISFRUTAR DE ESTOS PARAJES QUE EL CUIDA CON VERDOR AUN EN EL MES DE JUNIO .. PORQUE DE EL Y PARA EL SON TODAS LAS COSAS

miércoles, 15 de junio de 2011

La Balanza Engañosa




El Señor… ha dispuesto su trono para juicio.
Salmo 9:7.

¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo!
Hebreos 10:31.

Ahora, pues,
ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús.

Romanos 8:1.
 
En la tumba de un faraón egipcio se puede ver un fresco que representa la llegada de un difunto ante Osiris, juez de los muertos. El dios tiene en la mano una balanza; uno de sus platillos contiene los méritos del muerto y el otro sus pecados. La suerte del difunto sería decidida según el lado hacia el cual se inclinara la balanza: sería enviado a un hermoso jardín o a un foso inmundo.

       Esta vieja pintura de 3.000 años ilustra de manera impresionante la idea que los egipcios se hacían del juicio posterior a la muerte. Pero la Escritura, revelación del único y verdadero Dios, no presenta las cosas así. El Juez supremo no empleará una balanza, buscando en vano su equilibrio. Para el incrédulo, que será juzgado “según sus obras” (Apocalipsis 19:12), el platillo de los méritos será hallado liviano, porque nada en la vida de los seres humanos puede tener el peso que satisface las exigencias del Dios santo. Todo lo que un hombre sin Dios haga valer, la aguja de la balanza se inclinará irresistiblemente del lado malo.

       Los creyentes no tendrán que pasar por nada de esto, porque el Señor Jesús dijo: “El que en él (el Hijo de Dios) cree, no es condenado” (Juan 3:18).

       Amigo lector, no espere estar ante el Juez para ponerse en regla con él. Aún hoy él quiere ser su Salvador.

El Arca del Pacto




Cuando veáis el arca del pacto del Señor vuestro Dios,
y los levitas sacerdotes que la llevan,
vosotros saldréis de vuestro lugar y marcharéis en pos de ella…
Pero entre vosotros y ella haya distancia como de dos mil codos.
Josué 3:3-4.

  El arca del pacto, el precioso objeto del santuario de Dios que los israelitas transportaban con ellos en su travesía por el desierto, es una hermosa figura del Señor Jesús. Estaba hecha de madera de acacia y cubierta de oro puro. Esto nos habla de la verdadera humanidad de nuestro Señor y de su deidad, ambas en una persona.

       Cuando el pueblo estuvo a punto de atravesar el Jordán para entrar en la tierra prometida, el arca debió ir sola delante del pueblo casi un kilómetro. El Jordán es una figura de la muerte por la que pasó nuestro Salvador. En la obra que cumplió en la cruz y en la muerte que padeció estuvo solo. Únicamente él podía cumplir esa obra y obtener la victoria sobre el pecado y el diablo. Como creyentes, en virtud de su obra de salvación, no sólo somos salvos, sino que participamos de su victoria y participaremos de la resurrección.

       Pero aún vivimos en esta tierra y nos hallamos en un ambiente enemigo de Dios. Como Israel en otros tiempos, no podemos evitar la lucha por la fe. Cuando Israel tuvo que acercarse a Jericó, el arca del pacto debió ser llevada en medio del pueblo. Así ocurre con nosotros. El Señor Jesús está y camina con nosotros y es la fuente de nuestra fuerza en la lucha. Él habita en medio de su pueblo. ¿No es esto una gran ayuda para nosotros y un consuelo en tiempos difíciles?        Amigo lector, no espere estar ante el Juez para ponerse en regla con él. Aún hoy él quiere ser su Salvador.

Contar las Estrellas



Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar.
Y (Dios) le dijo: Así será tu descendencia.
Génesis 15:5.

Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado,
como obrero que no tiene de qué avergonzarse,
que usa bien la palabra de verdad.

2 Timoteo 2:15.
   La bóveda celeste, cubierta de estrellas, es un encanto para los ojos: hay cientos de miles de millones de estrellas únicamente para la Vía láctea, nuestra galaxia, todas sostenidas por una mano invisible y poderosa, en un movimiento incesante. Además existe igual cantidad de galaxias, ¡cada una tan vasta como la Vía láctea! Es como para sentir vértigo.

       Espontáneamente nos viene a la mente la historia de Abraham. Un hombre de edad que ya no podía pretender tener un hijo, recibió el mensaje de que su descendencia sería tan numerosa como las estrellas que él pudiera contar. Bajo el cielo del desierto, ¡el número de las estrellas visibles es mucho más grande que bajo el cielo contaminado de las grandes ciudades!

       Dios también me interpela mediante esta visión para decirme, a mí que soy su hijo, que mis riquezas en Cristo son más numerosas de lo que puedo contar. ¿Estoy suficientemente agradecido por tal don de Dios? ¿Y si Dios también me interpelara a través de esta visión para decirme que hay numerosas tareas que cumplir para él? ¿Me recuerda esto la importancia de mis responsabilidades como cristiano?

       Me es fácil aceptar el pensamiento de mis bendiciones. En cuanto a mis responsabilidades, las cuales no tengo excusas para eludir, ya que si “Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?” (Romanos 8:31).

domingo, 12 de junio de 2011

Fuera de, pero dentro de

Fuera de, pero dentro de pareciera un titulo fuera de si pero no lo es. Estoy de visita por tierras de Avila y Salamanca y aunque humanamente estoy fuera de;el entorno diario de Huelva,La Palma y Sevilla tanto en lo familiar como laboral y de iglesia. Es sin embargo glorioso que aun fuera del entorno en el que a diario me muevo no estoy fuera de lo mas importante que es lo de Dios y mas asombroso es que la misma Palabra que fluye en el sur fluye en el norte.Hoy hemos estado varios hermanos de visita en una pequeña congregacion en Bejar ( Salamanca) y lo glorioso y bendito de todo esto es que hemos podido ministrar al Señor junto con un grupo de hermanos de la provincia de Avila y Salamanca y recibir la Palabra de Dios de boca de un siervo de Dios de Madrid
( el hermano PABLO JOSE,PRESENTADOR DEL PROGRAMA DE TV2 BUENAS NOTICIAS ).Hemos sido bendecidos participanto de la Cena del Señor y de la Palabra de Dios hablandonos una vez mas de Evangelizar y sus beneficios, gloria a Dios por su Palabra y Espiritu que nos habla lo mismo en el norte que en el sur. Dios esta llamando a los españoles de todo lugar a evangelizar España.Que esto sea si y amen.

viernes, 10 de junio de 2011

Dios Salva a los Hombres Perdidos




Al que dijere: Pequé, y pervertí lo recto, y no me ha aprovechado,
Dios redimirá su alma para que no pase al sepulcro,
y su vida se verá en luz.

Job 33:27-28.

Vuestros pecados os han sido perdonados
por su nombre
(el de Jesús).
1 Juan 2:12.

 Era la hora del paseo en el patio de la cárcel. Un detenido caminaba cabizbajo; tenía la conciencia cargada por el pasado. Se sentía solo, abandonado y temía una severa condena.

       De repente vio en el suelo una página impresa que quizás otro detenido había tirado, sin duda con desprecio. Era una hoja de calendario semejante a la que usted está leyendo. La leyó y todo le pareció nuevo. Hablaba de amor, de sacrificio y de salvación. El hombre puso la hoja en su bolsillo para volver a leerla en su celda.

       Allí, al leerla nuevamente, comprendió que el mensaje de esa hojita era especialmente para él, porque se dirigía a pecadores culpables, no sólo ante los hombres, sino primero y ante todo ante Dios. Él no había pensado en esto. Solamente había pensado en el juicio de los hombres, pero ahora comprendía que estaba bajo la condena de Dios. ¿Estaba, pues, doblemente perdido? No. Si no podía escapar de la justicia humana, podía escapar del juicio divino. Mediante su sacrificio en la cruz, Cristo había obtenido el perdón de Dios para él.

       Solo, en su celda, volvió a leer varias veces el texto hallado en el patio, que fue lo que lo condujo a conocer al Dios Salvador y a hallar la paz dada a aquellos que confían en Él.

jueves, 9 de junio de 2011

El Cielo para Mañana





¡Vamos ahora! Los que decís:
Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un año…
cuando no sabéis lo que será mañana.

Santiago 4:13-14.
   Con la expresión «cielo cubierto» o «cielo despejado» a menudo la radio anuncia el tiempo previsible para el día siguiente. Pero, hay otro cielo que sería necesario observar. Algunas gotas de lluvia e incluso un tiempo no muy clemente en general no tienen una importancia vital. Pero no preocuparse por este otro cielo y por lo que Dios previó puede acarrear trágicas consecuencias.

       En un porvenir más o menos cercano cada uno tendrá que rendir cuentas de su vida y de la respuesta que dio a la salvación ofrecida por Dios. Jesucristo murió en la cruz para que el porvenir del ser humano no estuviese cargado de incertidumbre. El creyente sabe que Cristo abrió el camino hasta Dios y que le prepara un lugar en su maravillosa presencia.

       A veces las predicciones meteorológicas no se confirman, e incluso fallan. En cambio lo que la Palabra de Dios declara es infalible.

       Si no escuchamos el pronóstico meteorológico podemos decir: –Ya veremos mañana. En cambio, el asunto de nuestro porvenir eterno es demasiado serio para que permanezcamos indiferentes.

       Al contrario de todos los seres humanos, Dios conoce el porvenir y en consecuencia puede hablar de él. Lo que dice se cumple invariablemente. Es, pues, indispensable que usted inquiera acerca del cielo para mañana, es decir, que se preocupe por su eterno porvenir y por su relación con Dios. Para ello lea la Biblia, la revelación de Dios.

martes, 7 de junio de 2011

Dios Escucha Nuestras Oraciones




A él clamé con mi boca…
Ciertamente me escuchó Dios;
atendió a la voz de mi súplica.

Salmo 66:17, 19.

He aprendido a contentarme,
cualquiera que sea mi situación.

Filipenses 4:11.

 El primer versículo arriba citado expresa el agradecimiento hacia Dios por parte de una persona que atravesó una prueba muy dolorosa. No conocemos las situaciones que padeció, ni siquiera sabemos de quién se trata. Este caso es un ejemplo entre muchos otros, y es frecuente. Tal vez sea el del lector: usted se halla en una situación muy difícil. Le parece que todo está en su contra y no sabe cómo arreglárselas. Entonces hay un recurso: la oración. Por eso el autor del salmo escribió: “Me escuchó Dios; atendió a la voz de mi súplica”.

       Es extraordinario: el Dios creador, todopoderoso, justo y santo, escuchó y contestó. Es una experiencia que hemos hecho personalmente y a menudo. Él presta atención hasta a la voz de nuestra súplica; es decir, no necesita que le expliquemos cuál es nuestro estado ni nuestra situación. Él nos ve y nos conoce.

       Si el autor del Salmo 66 hubiese acariciado el mal en su corazón, el Señor no le “habría escuchado” (v. 18). Pero consciente de sus pecados se atreve a pedir el socorro de Dios. Tanto él como todos nosotros somos pecadores, pero felizmente Dios nos ama y dio a su Hijo para que nuestros pecados fueran borrados. Pero para gozar de este privilegio es necesario depositar nuestra fe en la obra de Cristo. Finalmente, no olvidemos agradecer siempre a Dios por su ayuda y decir como el afligido del salmo: “Bendito sea Dios, que no echó de sí mi oración, ni de mí su misericordia” (v. 20).

lunes, 6 de junio de 2011

¿Dónde está el Cielo?




Tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos,
eterna, en los cielos.

2 Corintios 5:1.

  En el sentido general, el cielo designa la atmósfera que rodea la tierra, allí donde vuelan “las aves del cielo”. En una segunda acepción el cielo abarca el vasto espacio donde se encuentra el conjunto de los cuerpos físicos celestes, como las estrellas. Pero estos dos sentidos no agotan la extensión del término.

       “Los cielos” también corresponden al conjunto de las realidades invisibles del mundo espiritual. La epístola a los Efesios designa cinco veces el cielo como “los lugares celestiales”. Mas la palabra “lugares”, agregada por los traductores, no debe inducir a error (en griego es literalmente: “los celestiales”), no se trata de un lugar geográficamente determinado, detrás de una galaxia. Hay metáforas utilizadas en la Biblia que no deben entenderse en un sentido literal.
       El Señor resucitó en un cuerpo real, pero calificado de “cuerpo espiritual”, lo que parece una contradicción para la inteligencia humana. Lo mismo ocurre cuando dice que Jesús “se sentó a la diestra del trono de la Majestad en los cielos” (Hebreos 8:1); esto significa que el Señor recibió una posición de honor y poder junto a Dios. Este último sentido de la palabra cielo abarca tres conceptos: –“Los lugares celestiales”, que es la posición de la que deberíamos gozar por la fe (Efesios 2:6). –“El paraíso”, adonde van las almas de los creyentes después de su muerte. –“La casa del Padre”, el lugar de la eterna morada de los cristianos nacidos de nuevo.

domingo, 5 de junio de 2011

La Sequía




Considerad los cuervos… Dios los alimenta.
¿No valéis vosotros mucho más que las aves?

Lucas 12:24.

Dios… no se dejó a sí mismo sin testimonio, haciendo bien,
dándonos lluvias del cielo y tiempos fructíferos.

Hechos 14:17.

  El verano de 2003 fue particularmente caluroso y seco en Europa, aun en los países escandinavos. El pasto de las praderas se secó muy temprano. Sin agua las plantas no pueden desarrollarse, porque este elemento constituye una buena parte de la materia vegetal. Como estas plantas son el alimento de los animales y de los seres humanos, una sequía prolongada puede tener graves consecuencias para la alimentación humana.

       ¿Quién da las lluvias? El profeta Jeremías escribió: “Temamos ahora al Señor Dios nuestro, que da lluvia temprana y tardía en su tiempo” (Jeremías 5:24). Él es quien establece las condiciones favorables para producir el alimento que consumimos. ¿Somos conscientes de ello? ¿Le hemos dado las gracias como la Escritura nos alienta a hacerlo? “Dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo” (Efesios 5:20). La vida de nuestro cuerpo está mantenida por Jesús, quien nos creó: Él “sustenta todas las cosas con la palabra de su poder” (Hebreos 1:3).

       Pero él quiere más que esto para nosotros. Quiere darnos la vida eterna y llevarnos a Dios para siempre. ¿Cómo? “El que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente” (Apocalipsis 22:17). Jesús dio su vida en la cruz para darnos “la vida eterna” (Juan 6:47).

LA SALVACION ES DE DIOS A LAS NACIONES

EN ESPIRITU Y VERDAD

¿Extraviado?




Así ha dicho el Señor:
Volveos ahora de vuestros malos caminos y de vuestras malas obras.

Zacarías 1:4.

Muéstrame, oh Señor, tus caminos;
enséñame tus sendas.

Salmo 25:4.

Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar;
sobre ti fijaré mis ojos.

Salmo 32:8.

No puede perderse; siga la carretera principal que sube hasta la aldea. Pero la carretera que tenía que seguir se alejaba de la dirección prevista. Después de algunos kilómetros tuve la convicción de haberme extraviado. Entonces vi una granja habitada y a alguien que probablemente podría indicarme el camino… –No está en el camino correcto, pero puede llegar a Villa Diego si al llegar a la próxima granja se desvía hacia la derecha…

       Mi vida puede ser un tanto comparada al camino que he emprendido. Debo escoger la dirección correcta para llegar al buen destino. ¿De qué, o más bien, de quién fiarse para escoger bien? ¿Voy a seguir los consejos de filósofos, líderes espirituales o gurús de mi época?

       En mi camino Jesucristo me encontró, porque me buscaba. Lo escuché y comprendí que sólo él podía conducirme con seguridad, pues él declaró: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” (Juan 14:6). Con él ni usted ni yo podemos equivocarnos de camino. ¡Pidámosle sencillamente que nos guíe y confiemos en él! Él nos hará conocer el camino que lleva a la vida eterna. Leamos la Biblia: ella nos revelará sus planes de amor para nosotros.

viernes, 3 de junio de 2011

NUEVOS TIEMPOS PARA CAMBIAR LA VIEJA HISTORIA DE: NO VA A PASAR NADA ESPAÑA ES " DURA "


Un nuevo tiempo estamos viviendo , un nuevo tiempo queremos ver, no es el tiempo de la tierra es el tiempo del cielo en la tierra otra vez. Que venga tu reino que se haga tu voluntad ,  y como en el cielo en la tierra ya .Esta podria ser la letra de una cancion ( Dios me dio este canto hace unos meses ) pero creo que es el corazon de Dios queriendonos mover para cambiar la historia ,con nuestra " historia " en el Señor .Creo que es un privilegio vivir en España ahora . Un pais multiracial en estos momentos y que quiza hemos visto como un mal por la cantidad de extranjeros que tenemos con nosotros , pero quiero hacerte una pregunta que yo ya me he hecho y Dios me ha contestado . ¿ sera que Dios tiene un pentecostes para España como lo fue en el tiempo de Hechos de los Apostoles , donde bajo el cielo de Jerusalen habia de todo tipo de personas y razas y Dios uso esto para " con un gran estruendo " llamar la atencion de tanta gente y despues de la predicacion de Pedro hubiera una gran cocecha ? ¿ sera que Dios quiere que en este tiempo en España los cristianos hagamos un " gran estruendo " con la ayuda del Espiritu Santo , predicando en calles, plazas , auditorios etc..y que esta nuestra España multiracial oiga y muchos se conviertan ? Musulmanes, Rumanos, Polacos,  Hispanos etc... que oigan y crean al Evangelio en una tierra que no es la suya para que despues vuelvan a sus paises ( donde a nosotros nos es muy complicado ir y llevar la palabra , donde seriamos perseguidos e incluso muertos etc.. ) y prediquen a los suyos sabiendo que es un privilegio en el Señor y aun sufrir por su Nombre . Miremos esto como un tiempo de estrategia de Dios y oportunidades para el Evangelio. Nosotros no tenemos que ir a esos paises , ya tenemos una amplia representacion de ellos en España ¡ PREDIQUEMOS EL EVANGELI QUE CAMBIA VIDAS Y NACIONES , ES EL TIEMPO DE DIOS !

jueves, 2 de junio de 2011

No Puede Impedírselo




Con amor eterno te he amado;
por tanto, te prolongué mi misericordia.
Jeremías 31:3.

En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros,
en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo,
para que vivamos por él.

1 Juan 4:9.
 Usted no puede alejar a Dios de su vida, no puede impedirle que lo ame.

       Usted puede rehusar la salvación que se le ofrece por Jesucristo, relegar ese mensaje al nivel de antiguas fábulas, pero no podrá impedir a Dios que lo ame.

       Usted puede convencerse de que Dios no existe, que el más allá no existe, y que por consiguiente nunca tendrá que vérselas con él. Puede persuadirse de que el hombre es una criatura fruto de la casualidad, pero sus ideas no impedirán que Dios lo ame.

       Hasta podría ser un temible bandido, pero esa mala conducta tampoco impediría a Dios amarlo y buscarlo.

       El amor de Dios no se puede comprender mediante el razonamiento humano; hay que experimentarlo. A esto Él le invita aún hoy. Alguien que durante toda su vida no haya experimentado el amor de Dios es como un miserable mendigo que posee un tesoro y no lo sabe.

       Dios dio la más grande prueba de ese amor al entregar a su Hijo Jesucristo a fin de que muriera en la cruz para salvarnos.

       Si usted aún no lo ha hecho, responda a ese amor; acepte el perdón de Dios y aprenda a conocerle como su Padre.

       El amor de Dios es grande, no podrá jamás cesar; más aumenta más se expande, cuanto más le dan lugar.

Asaf


Se llenó de amargura mi alma, y en mi corazón sentía punzadas.
Tan torpe era yo. Me tomaste de la mano derecha…
después me recibirás en gloria.

Salmo 73:21-24.


     Este hombre vivió antes de la llamada era cristiana. Escribió varios salmos, entre los cuales está el 73, citado en el encabezamiento. Se hacía preguntas al ver a su alrededor personas a las que llama “arrogantes”, y quienes aparentemente tenían éxito en todo, mientras que él, aunque fiel, era probado. Podríamos hacer semejantes observaciones en nuestros días.

       Después de un “duro trabajo” (v. 16), Asaf se volvió con todo su corazón a Dios y… ¡su forma de ver las cosas cambió! Comprendió que el aspecto actual de las circunstancias no implicaba la realidad final: llegará el día en que el hombre rendirá cuentas a Dios, porque todo lo que los hombres hacen está escrito: “Los libros fueron abiertos… y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras” (Apocalipsis 20:12).

Entonces Asaf volvió a encontrar su tranquilidad y su gozo en Dios:

–Dios no lo había abandonado durante ese duro período: “Me tomaste de la mano derecha” (v. 23).

–Era su guía: “Me has guiado según tu consejo” (v. 24).

–Era su protector y su herencia eterna: “La roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre” (v. 26).

–Era su dicha desde entonces: “En cuanto a mí, el acercarme a Dios es el bien” (v. 28).

       En Jesucristo, el Hijo de Dios, tenemos un Pastor fiel para el tiempo presente y un Salvador perfecto para la eternidad