viernes, 16 de septiembre de 2011
HERMANO SATIRIO EN SEVILLA ORANDO POR LOS JOVENES
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REUNIONES EXPECIALES
HERMANO SATIRIO EN SEVILLA DANDO GLORIA A DIOS
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REUNIONES EXPECIALES
¡Cuán Libre Sería Si…!
A libertad fuisteis llamados.
Gálatas 5:13.
«¡Seré libre cuando apruebe mis exámenes!», piensa un estudiante. «¡Qué libre me sentiré cuando haya pagado mi deuda!», piensa otro. Así, cada uno piensa que su libertad depende de factores externos a sí mismo. Algunos consideran que para ser libre sería necesario deshacerse de las obligaciones sociales, financieras e incluso morales.
Es cierto que existen situaciones de las cuales es necesario liberarse. “Si puedes hacerte libre, procúralo más”, escribió el apóstol Pablo a los esclavos cristianos (1 Corintios 7:21). Sin embargo, aun si todo lo que pensamos que es un freno a nuestra vida desapareciera, esto no garantizaría que hallaríamos lo que aspiramos, porque la libertad, en el sentido más profundo del término, concierne nuestra vida interior.
Podemos sentirnos prisioneros en nuestro corazón. Tal vez ahí esté el origen de nuestro problema. Nuestra falta de libertad puede venir por ejemplo de una falta de amor. Nuestro corazón puede ser prisionero de su egoísmo o de sus miedos y a menudo está obsesionado con la búsqueda de bienes materiales. Lo que necesitamos es cambiar interiormente y dejarnos transformar por Dios. El que sabe amar verdaderamente no se sentirá prisionero. La verdadera libertad se descubre teniendo una relación íntima con Dios. Él derrama su amor en nuestros corazones mediante el Espíritu que nos dio (Romanos 5:5).
Cristianos, a través de su Espíritu, Dios nos ofrece la posibilidad de creer, amar y esperar. Nadie podrá impedírnoslo. ¡Esto es ser libre!
• La Biblia Anual Audio ® – 16 de Septiembre – Ezequiel 19-21.
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PAN DIARIO
Vivir en la Luz
Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en él.
Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas,
mentimos, y no practicamos la verdad; pero si andamos en luz,
como él está en luz, tenemos comunión unos con otros,
y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.
1 Juan 1:5-
Dios es luz y conoce todos los pensamientos de los seres humanos. Esta realidad debería hacer reflexionar tanto al creyente como al que todavía no ha aceptado el perdón ofrecido por Jesucristo.
Para el creyente, este pensamiento de la luz de Dios lo vuelve serio y apacible. En su gracia Dios quiere enseñarle a dejarse iluminar por la verdad, a evitar los caminos de muerte y mentira que seguía antes de conocer a Jesús. El hijo de Dios sabe bien que es propenso a pecar, que en su corazón pueden nacer muchos pensamientos malos. Entonces, como David, puede pedir al Señor que lo ilumine y lo dirija: “Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos; y ve si hay en mí camino de perversidad, y guíame en el camino eterno” (Salmo 139:23-24).
En cuanto al incrédulo, que no piense que puede escapar de la mirada de Dios. Debe aceptar y decir, como esa mujer que Jesús encontró cerca de un pozo: “Me ha dicho todo cuanto he hecho. ¿No será éste el Cristo?” (Juan 4:29).
Cristianos, permanezcamos en la luz de Dios, la luz moral de su Palabra. Ella alumbra nuestras motivaciones más secretas, y esto nos mantiene humildes. También nos muestra cuál es el verdadero carácter del mundo dirigido por Satanás, para así mantenernos separados de las tinieblas del presente siglo malo.
• La Biblia Anual Audio ® – 15 de Septiembre – Ezequiel 15-18.
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