lunes, 31 de octubre de 2011

El Amor Nunca Deja de Ser.



El amor nunca deja de ser.1 Corintios 13:8.
Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él.1 Juan 4:16.
Las muchas aguas no podrán apagar el amor, ni lo ahogarán los ríos. – Cantar de los Cantares 8:7.

Durante el otoño las hojas se marchitan, caen y perecen. Esto nos habla de la fragilidad de la vida en esta tierra, pero el amor que viene de Dios nunca deja de ser. No tiene fin, es eterno. Antes del principio del tiempo el amor existía, porque Dios es amor. Se manifestó plenamente en Jesús. A su vez, el cristiano puede amar con ese amor que viene de Dios y que nunca se acaba.
El amor nunca deja de ser, pero no siempre parece alcanzar su meta, por lo menos en esta tierra. No es una llave mágica que haga caer todas las barreras del odio y de la maldad. Jesús era el amor divino encarnado, sin embargo no ganó para Dios a todos aquellos a quienes encontró. Pero nunca se dejó sumergir por el mal, por la violencia y el odio. La victoria del amor fue lograda en la cruz de Jesús; y la prueba de ello es su resurrección. Cristianos, Dios quiere darnos esta victoria, aun cuando humanamente todo parezca perdido.
Quizás usted diga: «¡Basta! Ya he dado bastante. ¡No aguanto más!». Entonces piense en Jesús, quien amó a los suyos hasta el fin (Juan 13:1), es decir, hasta la cruz. Hoy, en su servicio en la presencia de Dios, sigue ocupándose de ellos con amor. Al igual que él, y con su ayuda, no nos cansemos de amar hasta el fin, es decir, siempre y cada día. El amor divino tendrá la última palabra.

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domingo, 30 de octubre de 2011

La Perfección del Amor.



El amor… todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.1 Corintios 13:7.
Por tanto, todo lo soporto por amor de los escogidos.2 Timoteo 2:10.

El amor todo lo sufre. Nunca disculpa el mal; sin embargo no rechaza a aquel que lo comete, sino que lo advierte. Ayuda a llevar la carga de los que sufren, siente el dolor de aquellos a quienes ama, y aun está dispuesto a soportar las consecuencias de las faltas de ellos.
El amor todo lo cree. No es cínico. El odio cree lo peor, pero el amor cree lo mejor. Cree que el mal será confesado y perdonado, y que quien lo cometió se arrepentirá y volverá a Dios. Cuando alguien obra mal, el deseo del amor siempre es ayudarle a levantarse.
El amor todo lo espera. Es capaz de ello porque pone su confianza en el Dios vivo, quien hace milagros. Un hermoso ejemplo de tal amor es el de los padres cristianos que siempre tienen la esperanza de que su hijo extraviado se vuelva a Dios. Esperan y oran, porque aman a su hijo.
El amor todo lo soporta. El verbo empleado en griego designa en particular la manera en que una tropa de soldados mantiene una posición vital a toda costa y hasta el final. El amor aguanta por aquellos a quienes ama. Se mantiene firme a pesar de la oposición, sin cansarse de creer o esperar. ¿Dónde halla tal fuerza? En Jesús, quien todo lo soportó: la contradicción, la soledad, el odio, el sufrimiento extremo, el abandono de Dios. Ahora él está junto a Dios, lejos del mal, pero permanece cerca de los que creen en él, quienes a su vez pueden soportarlo todo gracias a la fuerza que viene de él. [continuará...]
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jueves, 27 de octubre de 2011

La Humildad del Amor.




El amor no es jactancioso, no se envanece.1 Corintios 13:4.
Alábete el extraño, y no tu propia boca; el ajeno, y no los labios tuyos.Proverbios 27:2.

William Carey fue un brillante lingüista y un fiel cristiano. Tradujo partes de la Biblia a 34 idiomas y dialectos diferentes. En su juventud, Carey había trabajado como zapatero. Cierta noche, en una gran cena, alguien le dijo: –Señor Carey, me han dicho que usted trabajó haciendo zapatos. –No, respondió Carey, yo no los hacía; sólo sabía repararlos.
Rectitud y humildad, sin complejo de inferioridad, ayudan a darse cuenta de los propios límites y a reconocer sus debilidades. Es el primer paso en el camino de una verdadera humildad. El segundo paso va más allá, pues para el cristiano la humildad es el profundo deseo de que en nuestra vida Dios tenga el lugar que le corresponde, es decir, el primero. En este sentido está muy cerca de la adoración.
El amor de Dios en la vida de un creyente se manifiesta por la humildad y el olvido de sí mismo. El amor no se vanagloria, no se envanece por sus éxitos, no se enorgullece, no piensa en sí mismo, no se compara con otros, sino que se pone al servicio de ellos. El secreto de la humildad es estar ocupado del Señor Jesús y buscar sus intereses. Un creyente acostumbraba a orar: «Señor, dame la fuerza para hablar de ti, cada vez que tenga la oportunidad de escoger el tema de la conversación». Durante toda su vida Jesucristo mostró lo que es la verdadera humildad. Sigamos su ejemplo. “Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes” (1 Pedro 5:5). [continuará...]

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martes, 25 de octubre de 2011

La Paciencia del Amor.



El amor es sufrido.1 Corintios 13:4.
El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, seguid lo bueno. Amaos los unos a los otros con amor fraternal… sirviendo al Señor.Romanos 12:9-11.

El capítulo 13 de la primera epístola a los corintios es quizás uno de los textos más conocidos del Nuevo Testamento, pero también uno de los más difíciles de poner en práctica. Ofrece un cuadro completo del amor según Dios, que vemos brillar como un prisma con diferentes facetas: la paciencia, la humildad, la bondad. Para describir estas cualidades el texto griego sólo utiliza verbos de acción. Así muestra que el amor es ante todo activo.
Por cierto, este amor divino no es natural en el hombre. Para poder expresarlo es necesario haber recibido, por medio de la fe, una nueva vida, la vida misma de Jesús. Cuando leemos esta descripción del amor, descubrimos a Jesús. Él lo vivió perfectamente en todos sus aspectos, de modo que ese maravilloso retrato del amor, de hecho, es el suyo.
La primera faceta del amor es la paciencia. El amor soporta el sufrimiento y los malos tratos sin enojarse ni vengarse, y sin perder la esperanza. En la Antigüedad, renunciar a la venganza era considerado como una debilidad, y esto es aún cierto hoy día. El mundo admira a aquellos que saben defender sus derechos y sus intereses. Pero el amor tan magníficamente visto en Jesucristo es lo opuesto. Su primera preocupación es el bien de los demás, no el suyo. Rehúsa devolver mal por mal, y si se le hiere en la mejilla derecha, él vuelve también la otra (Mateo 5:39).

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domingo, 23 de octubre de 2011

¿Tiene mi Vida un Sentido?




• (Jesús dijo:) Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.Juan 8:12.
En el camino de la justicia está la vida.Proverbios 12:28.

En una ocasión, con motivo de la copa del mundo, se entrevistó a un gran jugador de críquet australiano. A pesar de su actitud aparentemente despreocupada, expresó una gran tristeza. A millares de kilómetros su esposa estaba a punto de dar a luz a su segundo hijo. «Estuve ausente en el nacimiento del primero, y nuevamente lo estoy en el del segundo. Concluyo que el críquet es importante en mi vida, pero no lo es todo».
Esto nos obliga a preguntarnos qué es ese «todo». Sólo puede ser el fundamento de nuestra vida, su sentido profundo, lo que responde a las preguntas siempre actuales: –¿Quiénes somos y con miras a qué vivimos? Nos es indispensable conocer el sentido de nuestra vida. Es un apoyo para vivir, semejante a lo que el esqueleto es para el cuerpo. Se puede tener energía, pero es necesario saber hacia qué dirigirla.
Se puede escoger un sentido artificial a la propia vida, como la búsqueda de los placeres, de la riqueza y de la consideración, pero estos sustitutos no revelan el porqué de nuestra presencia en la tierra. Pueden llenar nuestra vida, pero no darle su significado profundo. Sólo uno puede dárnosla: el que nos creó, Dios mismo. Trágicamente, si uno no confía en él, nada tiene verdaderamente sentido. Entonces, acerquémonos seriamente a Dios mediante la oración, y leamos la Biblia, que es su Palabra.

viernes, 21 de octubre de 2011

Decirle sí a Jesús.




• He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.Apocalipsis 3:20.
• (Jesús le dijo:) Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose yo en tu casa. Entonces él descendió aprisa, y le recibió gozoso.Lucas 19:5-6.

Jesús está siempre vivo y presente, pero nunca viola nuestra libertad. Se queda en la puerta y llama discretamente. No entra si no es invitado. No pregunta si el que le llama es digno de recibirle, sino si realmente desea que entre» (N.S. de Rumania).
Ser cristiano es haber dicho libremente “sí”, el sí de la fe en Jesucristo. Es decir al Señor Jesús: –Entra, Señor. Entonces, permítame una pregunta: ¿Recibió usted al Señor Jesús? Quizá no se atreve a dar ese paso. Esté seguro de que Jesús quiere ayudarle a confiar en él. Sabe muy bien qué es lo que lo retiene: puede ser el temor a equivocarse o a ser rechazado, a perder sus amigos, su libertad, o cualquier otra razón. Pero nadie puede creer en su lugar, nadie puede acompañarle hasta el final de esa decisión por Jesús… salvo él, quien le ofrece su perdón. ¡Reconozca la grandeza de su amor por usted!
Cristianos, este sí inicial es seguido, a lo largo de nuestra vida, por la búsqueda de lo que complace al Señor. Este consentimiento toma su fuerza en la confianza cotidiana y renovada en Jesús. Él nos da la fuerza para comprometernos… y someternos a su autoridad. Porque si nuestra fe es un compromiso de amor, también es una entrega con toda confianza al Señor Jesús. En él, en su fidelidad, hallaremos la fuerza para permanecerle fiel, ¡cada día!

martes, 18 de octubre de 2011

Dios también dirige los Contratiempos.




La palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios.1 Corintios 1:18.
Cosas que ojo no vio, ni oído oyó… son las que Dios ha preparado para los que le aman.1 Corintios 2:9.

Dos cristianos emprendieron un viaje para llevar Biblias a través de regiones agrestes al oeste del Sudán. La primera etapa debía hacerse en camión, único medio de transporte eficaz. Después de pagar el pasaje se instalaron en el vehículo, pero antes de partir los hicieron bajar para dar su lugar a otros. ¡Qué contrariedad! Debieron esperar el próximo camión. Mientras viajaban en éste, vieron al primer camión volcado a un lado de la carretera. Los dos amigos agradecieron a Dios por haberlos protegido. Así todas las Biblias pudieron ser distribuidas.
¡Cuántas veces el creyente que confía en el Señor experimentará que lo que parecía negativo, al final se revela positivo! ¿Nuestro camino ha sido interceptado por una injusticia, una enfermedad o toda clase de dificultades? El Señor permanece por encima de las circunstancias de la vida. Él prepara una salida. Nuestra responsabilidad es creer, a pesar de las apariencias, y esperar “en esperanza contra esperanza” (Romanos 4:18). Ya no es la sabiduría humana, sino la divina, que interviene con bondad.
No siempre comprendemos cómo obra el Señor; es mejor así. De otra manera, ¡no habría confianza ni fe! Felizmente la sabiduría de Dios dirige todo. Es poderosa, amante, a veces desconcertante… Pero estemos seguros de que lo que nos prepara supera infinitamente en gloria y hermosura lo que podemos imaginar.

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VOTA VALORES

EN LAS PROXIMAS ELECCIONES NO VOTES POR VOTAR VOTA VALORES


http://www.youtube.com/watch?v=-eAhHxinv1U

lunes, 17 de octubre de 2011

PAGINA PARA VER PELICULAS CRISTIANAS POR INTERNET

EN ESTA PAGINA PUEDES VER MUCHAS PELICULAS CRISTIANAS EN DIRECTO , SIN ESPERAS Y TOTALMENTE LEGAL, ENTRA Y VE LA PELICULAS QUE QUIERAS.
http://www.divxcristiano.com/category/peliculas

domingo, 16 de octubre de 2011

OPERACION MATEO ¡ PREPAREMONOS!


Este es uno de los folletos de la campaña Navideña ( operacion Mateo del 15 al 17 de diciembre ) en la que estaremos envuelto , colaborando con El Señor para la extension de Su Reino

viernes, 14 de octubre de 2011

La Depresión.


Aborrecí… la vida, porque la obra que se hace debajo del sol me era fastidiosa; por cuanto todo es vanidad y aflicción de espíritu.Eclesiastés 2:17.
Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.Mateo 11:28.


Hoy, más que nunca, la depresión es el mal que amenaza a nuestros contemporáneos. «Ésta nace de la imposibilidad de dar un sentido a su vida, en la cual todo pasa y se va hacia la nada», escribió S. Ariéti, psiquiatra italo-americano.
Ya el autor del Eclesiastés había subrayado que todo lo que los hombres buscan desesperadamente no puede dar un sentido a su vida. La popularidad, los bienes materiales, el dinero, los placeres, la felicidad, la cultura, el poder, el trabajo… ¡todo está marcado por la vanidad!
Este autor no cayó en la desesperación. Al leer su libro, poco a poco vemos, como un rayo de sol atravesando oscuras nubes, abrirse una salida, un alivio a ese intenso sentimiento de vacío y desesperanza. Ese rayo de sol es el temor de Dios. No es una escapatoria, sino el único camino posible. A lo largo de su libro somos conducidos a distinguir, en medio de los estancamientos en que acaban todas las soluciones humanas, la vía que lleva a la vida: “Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre” (Eclesiastés 12:13).
Ese temor de Dios, ese profundo respeto para con él, es un preliminar para recibir las respuestas de amor y esperanza que hallamos en la Escritura. Estas respuestas se concentran en una persona: Jesucristo, quien dijo: “El que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás” (Juan 6:35).

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martes, 11 de octubre de 2011

Creyente No Practicante.



¿Crees tú en el Hijo de Dios?Juan 9:35.
La fe sin obras es muerta.
Santiago 2:18, 20.

Ha encontrado usted alguna vez a personas que dicen ser «creyentes no practicantes»?
¡Imagínese a un médico no practicante! ¡Es como si no fuera médico: su ciencia no es útil a nadie! ¿Y un fontanero no practicante? Un futbolista no practicante… ¡No hay nada que pruebe que sabe jugar! Lo que uno pretende ser debe verse, si no es absurdo.
Y usted, lector, ¿es creyente? Sin duda cree en muchas cosas, pero ¿cree también en Jesucristo muerto para expiar sus pecados y resucitado para su justificación? En este caso usted es “salvo”, es decir, ha sido perdonado y experimenta una verdadera relación con Dios. Dios lo ama y lo cuida, ¡qué seguridad! Con todo esto, ¿permanecería usted no practicante? Claro que no, pues si decide dejar un lugar a Jesucristo en su vida, deseará conocerle más, escucharle, agradarle, hablarle y hablar de él con otros, agradecerle por su amor. No se trata de una práctica religiosa con la cual usted espera salvarse, sino de una actitud espontánea, por amor a Jesucristo quien le amó primero.
No puede permanecer neutro: o usted cree y esto cambiará su vida, o no cree y permanecerá sin Dios, y entonces tendrá muchas razones para estar desesperado. Acuda hoy al Dios que la Escritura nos revela, que nos ama y que lo probó. ¡Usted verá, esto cambia todo!

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Suerte o Gracia.



¿Quién será aquel que diga que sucedió algo que el Señor no mandó?Lamentaciones de Jeremías 3:37.
Sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.Romanos 8:28.

La suerte es un cúmulo fortuito de circunstancias favorables. Para muchos es, pues, cuestión de la casualidad que proviene de un destino ciego. Cuando alguien afirma tener suerte, en general no piensa en que todo lo que le ocurre está organizado por una persona que obra inteligentemente. Algunos estiman que la vida los trata especialmente bien; hasta pretenden haber nacido bajo una buena estrella. Como máximo hablarán de la Providencia para evitar nombrar a un Dios a quien temen.
Pero el primer versículo citado en el encabezamiento declara que Dios dirige todo. Él ama y se ocupa de cada individuo personalmente. Que le dé buen tiempo para sus cosechas, o que lo deje escapar por escaso margen de un grave accidente… Su objetivo siempre es obrar por gracia. Prestemos atención a la manera en que Dios nos habla para atraernos a él.
Para un creyente no hay buena suerte o mala suerte. Sabe que toda su vida está conducida por Dios, quien desea hacerle bien. Jesús decía a sus discípulos: “Pues aun vuestros cabellos están todos contados” (Mateo 10:30). Ni un detalle lo deja indiferente. En el plan de Dios para con cada uno de sus hijos, todo es coherente y está dirigido por el amor y la sabiduría de un Padre muy misericordioso.
Llegará el día en que nos mostrará cómo condujo nuestra vida para al final hacernos bien (Deuteronomio 8:16).

sábado, 8 de octubre de 2011

¿Quién tiene la Razón, Dios o Yo?



El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él.Juan 3:36.

Si pudiéramos ganarnos el cielo por medio de nuestras cualidades naturales, Dios no hubiese dicho: “No hay justo… no hay quien haga lo bueno” (Romanos 3:10-12).
Si pudiéramos adquirir la salvación mediante nuestras obras, Dios no hubiese dicho: “Por gracia sois salvos… esto no de vosotros, pues es don de Dios… para que nadie se gloríe” (Efesios 2:8-9).
Si pudiéramos ser salvos obedeciendo a los diez mandamientos, Dios no hubiese dicho: “Por las obras de la ley ningún ser humano será justificado” (Romanos 3:20).
Si pudiéramos comprar nuestra salvación, Dios no hubiese dicho: “Ninguno de ellos podrá en manera alguna… dar a Dios su rescate” (Salmo 49:7).
Si pudiéramos mejorarnos y obtener la salvación mediante nuestros propios esfuerzos, Dios no hubiese dicho: “Engañoso es el corazón… y perverso” (Jeremías 17:9).
Si la salvación pudiera depender de nosotros, a la pregunta de los discípulos: “¿Quién, pues, podrá ser salvo?”, Jesús no hubiese contestado: “Para los hombres es imposible, mas para Dios, no; porque todas las cosas son posibles para Dios” (Marcos 10:25-27).
Todos los que creen… (son) justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre” (Romanos 3:22-25). “El que en él cree, no es condenado” (Juan 3:18).


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jueves, 6 de octubre de 2011

La Biblia: ¿Cómo Leerla y Estudiarla? (1-3)



Ocúpate en la lectura (de la Palabra de Dios), la exhortación y la enseñanza… Ocúpate en estas cosas.1 Timoteo 4:13, 15.
¿Entiendes lo que lees?… ¿Y cómo podré, si alguno no me enseñare?Hechos 8:30-31.

Según un sondeo hecho en Francia, el 71% de las personas interrogadas afirmó que entre los personajes más célebres, Jesucristo es aquel cuyos pensamientos mejor conocen. Pero sólo el 23% de esas mismas personas declararon haber leído la Biblia. Entonces uno puede preguntarse de dónde sacan sus conocimientos acerca de Jesucristo. Quizá de una película sobre la vida de Jesús, la que sólo es una interpretación de su vida y de su enseñanza.
En efecto, no podemos tener un conocimiento justo y preciso de Jesucristo sin haber leído la Escritura. No se obtiene la fe cristiana sólo por lo que otros dicen sobre Jesucristo, sino que la fe viene por “el oír, y el oír, por la palabra de Dios” (Romanos 10:17). Ni la educación cristiana ni los libros de historia son suficientes para fundamentar nuestra fe.
A veces se oye decir: –Traté de leer la Biblia, pero fui desalentado por las dificultades. Es posible, pero seamos sinceros: –¿Puede usted, después de haber leído un libro de matemáticas, pretender haber asimilado su contenido? No, todos los estudiantes le dirán que no basta leerlo, sino que se debe estudiarlo, hacer ejercicios y a menudo dejarse ayudar.
Así ocurre con la Biblia, que es a la vez sencilla y difícil de entender. Para aquel que la lee con confianza, le habla a su corazón y a su conciencia. Pero el que quiere juzgarla no conseguirá entender su sentido profundo. Es, pues, necesario leerla con humildad, fe y oración.



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La Biblia: ¿Dónde está la Verdad?




• Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado. – 1 Corintios 2:2.
• (Testificando)… acerca del arrepentimiento para con Dios, y de la fe en nuestro Señor Jesucristo. – Hechos 20:21.
Muchas personas leen la Biblia pero no todos la interpretan de la misma forma. ¿A quién se debe creer? Es una pregunta muy legítima. No equivocarse acerca del mensaje de la Palabra de Dios es primordial. He aquí algunas sugerencias sencillas para no ser engañado:
–El agua de un río es más pura cerca de la fuente que kilómetros más abajo. Asimismo, el mensaje de la Escritura puede ser deformado por todas las interpretaciones que se le dan. De ahí la necesidad de leer la Biblia misma y no aceptar interpretaciones sin buscar primeramente en la fuente.
–Además, Jesucristo dijo que Dios se reveló a los niños. Cada uno puede, pues, hacer un examen muy sencillo: lo que pretenden explicarme de la Biblia, ¿Lo puede comprender un niño o es un mensaje complicado, simbólico, reservado a los expertos?
–Ya que la Palabra afirma ser enteramente inspirada por Dios, preguntémonos si lo que nos dicen nos ayuda a comprender lo que leemos o si sólo se apoya en algunas expresiones aisladas de su contexto.
–Finalmente juzguemos, si en todo lo que se nos enseña, se le da a Jesucristo el primer lugar, tal como lo vemos en la Palabra, pues así es como debe ser.
Leámosla, pues sólo ella transforma la vida y la muerte. Sólo ella libera y da la paz, la fuerza, la felicidad y la esperanza.
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lunes, 3 de octubre de 2011

Dios me ha quitado algo pero he sido Enriquecido.



Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día. Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria.2 Corintios 4:16-17.


Todas las batallas acarrean pérdidas, aun para el vencedor. La enfermedad es una batalla. No sólo puede disminuirnos físicamente, sino que a menudo también nos quita lo que nos parecía muy normal poseer: la salud, el sueño, la memoria… Entonces corremos el riesgo de irritarnos y ser injustos para con quienes nos rodean. Tenemos miedo del futuro y añoramos lo que fuimos en el pasado. Es como si tuviésemos que despedirnos de lo que hemos vivido y de nuestros proyectos.
Job, ese hombre con una piedad y una fe notables, exclamó: “He recibido meses de calamidad, y noches de trabajo me dieron por cuenta. Cuando estoy acostado, digo: ¿Cuándo me levantaré? Mas la noche es larga, y estoy lleno de inquietudes hasta el alba… mis días fueron más veloces que la lanzadera del tejedor, y fenecieron sin esperanza”. Pero él agregaba en un impulso de confianza en su Dios: “Acuérdate que mi vida es un soplo” (Job 7:3-7).
Sí, en la enfermedad nuestro recurso es volvernos al Señor. Él es más grande que la enfermedad y más poderoso que nuestro desaliento. A menudo, de manera muy imprevista, él ayuda a atravesar los momentos difíciles. Entonces, poco a poco, nos damos cuenta de que él desea fortalecernos en nuestra alma. Si nos quita algo es para enriquecernos de sí mismo.

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domingo, 2 de octubre de 2011

Las Promesas de Dios.



Abraham… se fortaleció en fe, dando gloria a Dios, plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había prometido.Romanos 4:16, 20-21.

Para el que busca la paz interior: “Todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá” (Lucas 11:10).
Para el que tiene problemas: “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús” (Filipenses 4:6-7).
Para el que está enfermo: “Sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados” (Romanos 8:28).
Para el que busca su senda con oración: “Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; sobre ti fijaré mis ojos” (Salmo 32:8).
Al que se halla ante la muerte: Jesús dijo: “Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá” (Juan 11:25).
Para el que se siente en peligro: “El Señor guardará tu salida y tu entrada desde ahora y para siempre” (Salmo 121:8).
Para quien sabe que es culpable: “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad” (1 Juan 1:9).

Fiel es el que prometió. - Hebreos 10:23.
Él dijo: No te desampararé, ni te dejaré. - Hebreos 13:5.
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¿Quién dicen que Soy Yo?



Jesús… preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre?… Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. – - Mateo 16:13-16.

Esta pregunta, hecha por Jesús cuando estaba en la tierra, es a la vez simple, directa y esencial.
Ya en esa época las respuestas variaban. Hoy en día cada uno adopta la opinión que mejor le conviene. La personalidad de Jesús da mucho que hablar. Para unos, Jesús es un filántropo. Para otros, es el fundador de la religión cristiana; para muchos es un profeta entre tantos otros.
Pero después, Jesús hizo una pregunta mucho más personal: “Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?”. Esto se dirige a cada uno. Poco importa la respuesta intelectual que usted pueda dar. Lo que cuenta es lo que Jesús representa para usted, el lugar que tiene en su vida. En el texto citado en el encabezamiento, Pedro, declara: “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente”. Dios el Padre había abierto sus ojos para que reconociera en Jesucristo a Aquel que Él había enviado para satisfacer todas las necesidades del hombre pecador. En otro evangelio, Juan el Bautista exclama: “He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo” (Juan 1:29). ¿Cree usted que Jesús es su Salvador personal, que sus pecados han sido borrados por su sangre vertida en la cruz?
Esta pregunta es esencial, porque de la respuesta que usted dé dependen su salvación eterna y su situación con respecto a Dios, ante quien tarde o temprano tendrá que presentarse.



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