¿Conocemos la historia del Corpus Christi? Antiguamente -y todavía hoy en muchos países católicos- se celebra esta fiesta con una procesión solemne, en la que se lleva expuesto al Santísimo Sacramento de la Eucaristía por las principales calles de la ciudad, acompañados con flores, cirios, oraciones, himnos y cantos de los fieles. ¿Conocemos el origen y el significado de esta celebración?
1. Una fiesta que nace como prolongación del Jueves Santo
Hasta hace algunos años, esta solemnidad se celebraba en día de jueves, dado que esta fiesta nació como una prolongación del Jueves Santo, y cuyo fin era tributar un culto público y solemne de adoración, de amor y gratitud a Jesús presente en la Eucaristía, por ese regalo maravilloso que nos dio en la Última Cena, cuando quiso quedarse con nosotros para siempre en el sacramento del altar. La solemnidad del Corpus Christi se remonta al siglo XIII.
Hasta hace algunos años, esta solemnidad se celebraba en día de jueves, dado que esta fiesta nació como una prolongación del Jueves Santo, y cuyo fin era tributar un culto público y solemne de adoración, de amor y gratitud a Jesús presente en la Eucaristía, por ese regalo maravilloso que nos dio en la Última Cena, cuando quiso quedarse con nosotros para siempre en el sacramento del altar. La solemnidad del Corpus Christi se remonta al siglo XIII.
2. El milagro doblega la duda
Se cuenta que en el año 1264, un sacerdote procedente de la Bohemia, un tal Pedro de Praga, dudoso sobre el misterio de la presencia real de Cristo en la Eucaristía, acudió en peregrinación a Roma para invocar sobre la tumba del apóstol San Pedro el robustecimiento de su fe. Al volver de la Ciudad Eterna, se detuvo en Bolsena y, mientras celebraba el santo sacrificio de la misa en la cripta de santa Cristina, la sagrada Hostia comenzó a destilar sangre hasta quedar en el corporal completamente mojado. La noticia del prodigio se regó como pólvora, llegando hasta los oídos del Papa Urbano IV, que entonces se encontraba en Orvieto, una población cercana a Bolsena. Impresionado por la majestuosidad del acontecimiento, ordenó que el sagrado lino fuese transportado a Orvieto y, comprobado el milagro, instituyó enseguida la celebración de la solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de nuestro Señor Jesucristo.
Se cuenta que en el año 1264, un sacerdote procedente de la Bohemia, un tal Pedro de Praga, dudoso sobre el misterio de la presencia real de Cristo en la Eucaristía, acudió en peregrinación a Roma para invocar sobre la tumba del apóstol San Pedro el robustecimiento de su fe. Al volver de la Ciudad Eterna, se detuvo en Bolsena y, mientras celebraba el santo sacrificio de la misa en la cripta de santa Cristina, la sagrada Hostia comenzó a destilar sangre hasta quedar en el corporal completamente mojado. La noticia del prodigio se regó como pólvora, llegando hasta los oídos del Papa Urbano IV, que entonces se encontraba en Orvieto, una población cercana a Bolsena. Impresionado por la majestuosidad del acontecimiento, ordenó que el sagrado lino fuese transportado a Orvieto y, comprobado el milagro, instituyó enseguida la celebración de la solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de nuestro Señor Jesucristo.
3. El porqué de la celebración
La Iglesia entera quiere honrar solemnemente y tributar un especial culto de adoración a Jesucristo, realmente presente en la Eucaristía, memorial de su pasión, muerte y resurrección por amor a nosotros, banquete sacrificial y alimento de vida eterna. Desde aquel primer Jueves Santo, cada misa que celebra el sacerdote en cualquier rincón de la Tierra tiene un valor redentor. No sólo “recordamos” la Pascua del Señor, sino que “revivimos” realmente los misterios sacrosantos de nuestra redención, por amor a nosotros. ¡Gracias a ellos, nosotros podemos tener vida eterna!
La Iglesia entera quiere honrar solemnemente y tributar un especial culto de adoración a Jesucristo, realmente presente en la Eucaristía, memorial de su pasión, muerte y resurrección por amor a nosotros, banquete sacrificial y alimento de vida eterna. Desde aquel primer Jueves Santo, cada misa que celebra el sacerdote en cualquier rincón de la Tierra tiene un valor redentor. No sólo “recordamos” la Pascua del Señor, sino que “revivimos” realmente los misterios sacrosantos de nuestra redención, por amor a nosotros. ¡Gracias a ellos, nosotros podemos tener vida eterna!
1º Biblicamente no hay lugar para paseos de eucaristía ya que el Cristo glorificado no se encuentra encerrado en ninguna eucaristía o sagrario como si nosotros pudiéramos disponer de El a nuestro antojo y cerrarlo con llave cuando queramos .Ademas lo que nos dice la Biblia es que Jesucristo vive en los corazones de todos los que le reciben ( por medio del arrepentimiento y reconocimiento como único Señor y Salvador de nuestras vidas ) a los cuales da vida eterna y pueden dar gloria a Dios "a diario " llevando a Jesucristo en sus vidas ( no una vez al año ) por donde quiera que se muevan ( en el Señor ,ya sea trabajo, paseo, vida diaria en general ) donde hemos de dar testimonio de lo que Cristo vino a hacer por todos y en especial por los que aceptan su Palabra como única y exclusiva guía de salvación, a El como único Camino que nos llevara al Padre y a El como la verdadera Vida .
2ª La misma Palabra de Dios nos dice cuando debemos tributar : alabanza, adoración amor , reconocimiento a Dios ( Salmo 34:1 Bendeciré al Señor en todo tiempo; Su alabanza estará de continuo en mi boca.) vuelvo a decir lo mismo que antes , no sera un día al año. debe ser todos los días del año por cuanto le amamos todos los días y queremos obedecer su Palabra que nos dice que en todo tiempo .
3ª Biblicamente este " milagro " nada tiene que ver con Dios, su Palabra o Jesucristo.La Biblia prohíbe la consulta a los muertos lo primero. lo segundo el único que puede robustecer la verdadera fe es el Autor de ella a quien tenemos que mirar ( Hebreos 12:2 puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.
Hebreos 12:3 Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar. ) y tercero la única sangre que debemos invocar es LA VIRTUD de la sangre de Jesucristo que sí nos limpia de pecado :
1Juan 1:7 pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.Efesios 1:7 en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia,
4º El valor redentor no lo dan las misas o las procesiones o ritos religiosos , el Valor lo da aquel que murió y resucito y vive para siempre e intercede por los que le aman, obedecen y muy importante le reciben como Señor y Salvador .Romanos 10:9 que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.
Romanos 10:10 Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.
Romanos 10:11 Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado.
Apocalipsis 5:9 y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación;
Apocalipsis 5:10 y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra.
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