• ¿Cuál es su nombre, y el nombre de su hijo, si sabes? –Proverbios 30:4.
• Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios. – 1 Juan 3:1.
» Escuchelo aquí… en su dispositivo Móvil [iPod, iPhone, iPad, Androide ó Celular]
En la Biblia Dios se da a conocer bajo diferentes nombres, cada uno de los cuales presenta uno de sus caracteres. El Altísimo evoca su grandeza, su soberanía sobre toda la tierra. Jehová es el nombre predominante en su relación con el pueblo de Israel.
Cuando Jesús, el Hijo de Dios, vino al mundo, el pueblo de Israel era su familia en la tierra, y era a ella a quien su Padre lo enviaba. Jesús les habló de él: “Vuestro Padre que está en los cielos” (Mateo 5:16). Les dio a conocer a Dios como su Padre, siempre en estrecha relación con él. Pudo decir: “El Padre ama al Hijo”. “Yo y el Padre uno somos”. “El que me ha visto a mí, ha visto al Padre” (Juan 5:20; 10:30; 14:9).
Pero también leemos: “A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados… de voluntad de varón, sino de Dios” (Juan 1:11-13).
Se trata de una relación completamente nueva. Para ser un hijo de Dios, Jesús dice que es necesario “nacer de nuevo”. “Los que creen en su nombre”, cualquiera sea su nacionalidad, pasan a ser hijos de Dios; y él quiere reunirlos (Juan 11:52). Cuando Jesús salió de la tumba, envió a decir a sus discípulos: “Subo a mi Padre y a vuestro Padre” (Juan 20:17). “Ahora somos hijos de Dios” (1 Juan 3:2). Hoy Dios ofrece el gozo de ser su hijo a todo aquel que cree en Jesús.
No hay comentarios:
Publicar un comentario