jueves, 14 de julio de 2011

Un Dios que Perdona



No quisieron oír,
ni se acordaron de tus maravillas que habías hecho con ellos…
Pero tú eres Dios que perdonas, clemente y piadoso,
tardo para la ira, y grande en misericordia.

Nehemías 9:17.



        Cierta vez un joven le reprochó a un creyente anciano y experimentado: –¿Por qué considera usted el cristianismo como la verdad absoluta? Creo que a Dios no le importa que los que le honren sean musulmanes, budistas o cristianos.

       El cristiano le repuso: –El profeta Miqueas respondió a su pregunta hace unos 3.000 años: “¿Qué Dios como tú, que perdona la maldad?… echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados” (Miqueas 7:18-19). Sepa, joven, que sólo en la Palabra de Dios se promete el perdón de los pecados. La Biblia dice que Jesucristo nos amó y nos limpió de nuestros pecados con su sangre. Si usted no necesita que sus pecados sean perdonados, entonces hágase musulmán, budista, o cualquier otra cosa. Por otro lado quisiera aconsejarle… El creyente no terminó su frase, porque repentinamente el joven quiso alejarse lo más pronto posible.

       Nadie debería actuar así y dejar pasar la oportunidad de tomar la buena decisión. No se escape. Empiece a hablar al Señor Jesús en oración; Él lo escuchará. Tráigale todos sus pecados y confiéseselos. Él perdonará su culpa y le otorgará la vida eterna. ¡Cuántas personas pueden decir que han experimentado la misericordia de Dios! “Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día; y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones” (Lucas 24:46-47).

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