lunes, 26 de marzo de 2012

LOS CIELOS SE ESTÁN ABRIENDO Y LA LUZ QUIERE ENTRAR EN ESPAÑA


Lamentaciones 3:40  Escudriñemos nuestros caminos, y busquemos, y volvámonos al Señor

Joel 2:28  Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones. Joel 2:29  Y también sobre los siervos y sobre las siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días.
Una canción en el" Espíritu  "del año 2011 decía: Un nuevo tiempo estamos viviendo , un nuevo tiempo queremos ver , no es el tiempo de la tierra es el tiempo del cielo en  la tierra otra vez, que venga tu Reino, que se haga tu voluntad,como en en el cielo en la tierra ya , que venga tu Reino que se haga tu voluntad  como en el cielo en mi vida ya. Dios quiere ( como se nos esta hablando en los últimos tiempos ) establecer Su Reino en Su casa para que a través de ella  sea establecido en esta tierra. Este es nuestro tiempo , hagamos como dice el verso del encabezamiento y Dios hará la segunda parte : derramara de Su Santo Espíritu 
 y veremos la Luz de Dios entrando en España, veremos un " nuevo Pentecostes " Amen .



jueves, 22 de marzo de 2012

Queridos Jóvenes.



Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento. – Eclesiastés 12:1.

El autor de Eclesiastés cuenta cómo se atormentó buscando la felicidad “debajo del sol”, es decir, en el mundo tal como lo ve el hombre, con sus propias capacidades, sin relación con Dios (Eclesiastés 1:3). Hombre rico y poderoso (era rey), exploró “la sabiduría y los desvaríos y la necedad” (2:12). Al enumerarlas sólo puede repetir: “También esto es vanidad y aflicción de espíritu” (2:26).
Piensa en todos los aspectos de la condición humana: el nacimiento y la muerte, el trabajo y el descanso, la alegría y la tristeza, la riqueza y la pobreza, el amor y el odio, la juventud y la vejez… Nada de lo que ve en la tierra le puede dar la paz ni la seguridad; mas se da cuenta de que cada uno tiene que ponerse en regla con Dios y no puede escapar de su mirada: en cada una de las cosas Dios da, Dios hace, Dios juzgará…
Concluye su reflexión sobre la experiencia humana diciendo: “El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre” (12:13). Pero primero hace el llamado que aparece en el encabezamiento de esta hoja.
Queridos jóvenes: sí, vale la pena volverse a Dios, el Creador de todo, el mismo Dios Salvador. Él quiere evitar dolorosas experiencias y amargas desilusiones a quien acepta escucharle y responder a su tierna invitación: “Dame, hijo mío, tu corazón” (Proverbios 23:26).

lunes, 19 de marzo de 2012

Hallar la Fuerza Descansando en el Señor.


• La paz de Dios gobierne en vuestros corazones… y sed agradecidos. – Colosenses 3:15.
• En quietud y en confianza será vuestra fortaleza. – Isaías 30:15.
¿Quién no se queja de tener una vida demasiado ajetreada? Con los modernos medios de comunicación y su avalancha de informaciones hay como una especie de estrés generalizado. Y en cuanto a nosotros, creyentes, esa “ansiosa inquietud” (Lucas 12:29) también corre el riesgo de alcanzar nuestra vida espiritual. Nuestra búsqueda del Señor, del verda­dero bien y de ayudar al prójimo puede volverse ansiosa en vez de estar marcada por la confianza y la tranquilidad.
Nuestro trabajo para el Señor es más fecundo y fácil cuando hemos aprendido a mantener la paz del Señor en todas las situaciones. Entonces nos volvemos dóciles a la acción del Espíritu Santo, y Dios puede actuar en nosotros más eficazmente que si estamos en tensión.
Dios preparó de antemano buenas obras para nosotros (Efesios 2:10). ¡Dejémonos llenar de la paz del Señor para permitir que obre en nosotros! Así nuestra atenta colaboración será eficaz, pues pondremos todas nuestras capacidades a disposición de Aquel a quien amamos, sin pretender resolver todo por nosotros mismos. ¡Bienaventurado el que permanece tranquilo bajo la mirada de Dios, contando con Su sabiduría y Su poder! (Hebreos 13:20-21).
Imponerse muchas actividades, por buenas que sean, a menudo revela una falta de paz. Descubramos qué actitudes del corazón y qué condiciones espirituales permiten a Dios actuar en nosotros. Sólo entonces podremos llevar frutos perdurables (Juan 15:16).



miércoles, 14 de marzo de 2012

Jesucristo.

• Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret… éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él. Y nosotros somos testigos de todas las cosas que Jesús hizo. – Hechos 10:38-39.


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Se han dicho muchas cosas de Jesús, e incluso se ha discutido su existencia hasta el punto de considerarla, a veces, como un mito. Esto significa que no se hizo caso de los testimonios históricos sobre Jesús, ni lo que han experimentado numerosos creyentes hasta hoy.
Por medio de los evangelios la Biblia presenta un cuádruple testimonio de Su vida en la tierra. También nos habla de la propensión al mal que reside en el corazón del hombre, y que lo excluye de la presencia de Dios. Debido a su naturaleza pervertida, el hombre está destituido para siempre “de la gloria de Dios” (Romanos 3:23). Pero ahí interviene Jesús, sustituyéndonos para recibir en nuestro lugar el castigo de Dios debido a nuestras faltas. Murió por nosotros, pero también resucitó y está vivo. Su obra salva aún hoy a todos los que ponen su confianza en él, y les da una nueva dignidad, la que nos permite entrar en la presencia de Dios como sus hijos.
El versículo de hoy presenta a Jesús como aquel que se acercaba a quienes se encontraban mal, para curarlos. Él es el médico divino que libera y salva, pero para ello es necesario reconocer nuestra indignidad y la necesidad de ser perdonado. Hay enfermos que no quieren cuidarse, incluso si su vida corre peligro. ¡No haga como ellos! ¡Contemple a Jesús en los evangelios y pídale que haga con usted lo que ya hizo por tantas personas!

viernes, 9 de marzo de 2012

Conocerse a sí mismo.



• Si alguno es oidor de la palabra(de Dios)pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era. – Santiago 1:23-24.



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Cada uno de nosotros lo confesará: somos poco propensos a reconocer nuestro perfil, con algunas cualidades y muchas imperfecciones.
Si quiere conocerse, pregúnteselo a Dios, Aquel que no juzga según la apariencia exterior, sino que ve el corazón (1 Samuel 16:7). En nuestro “corazón”, es decir, en el centro de nuestra vida interior, está el secreto de nuestra relación con Dios. Él “escudriña los corazones de todos, y entiende todo intento de los pensamientos” (1 Crónicas 28:9). “Sus ojos ven, sus párpados examinan a los hijos de los hombres” (Salmo 11:4). ¿Y qué ve en ellos? Vanidad, egoísmo, envidia, mentira. Y “Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala” (Eclesiastés 12:14).
¿Cómo escapar de su juicio? Dios, quien es luz y en quien no hay tiniebla alguna, se encargó de la purificación de nuestro corazón enviándonos a su Hijo Jesucristo para que muriese en la cruz y así llevase nuestros pecados. “La sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado” (1 Juan 1:7). Entonces Dios ya no nos ve en nuestros pecados, sino en Cristo, purificados, sin pecado. Dios echó tras sus espaldas todos los pecados de cada uno de los que creen. Ya no se acordará más de ellos, pues los deshizo como una nube (Isaías 38:17; 43:25; 44:22).



jueves, 1 de marzo de 2012

Hay una Razón para tener Esperanza.



Aborrecí… la vida, porque… todo es vanidad y aflicción de espíritu. –Eclesiastés 2:17.
• Sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice el Señor, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis. – Jeremías 29:11

Según una encuesta de la OMS, cada 40 segundos se produce un suicidio en el mundo y cada 3 segundos un intento de suicidio. La desesperación que se apodera de una persona tras una crisis familiar o individual la incita a cometer tal acción. Los autores de la encuesta constataron que los seres humanos pueden soportar mucho, con tal de que tengan una esperanza. Pero, ¿esperanza en quién y en qué?
–Los progresos técnicos y científicos proporcionan una vida más agradable, pero ciertos avances constituyen nuevas amenazas para el mañana.
–Los cambios políticos han aportado más paz y estabilidad económica a ciertos países, pero a otros les ha traído más caos.
–¿Ha mejorado el hombre? Es lo que se ha esperado durante mucho tiempo… Pero, ¿acaso no sigue siendo «un lobo para el hombre»?
–La esperanza de vida aumentó, pero la muerte sigue siendo el final ineludible de toda vida.
Entonces, ¿hay una esperanza más allá de las desilusiones? Sí, hay una razón para tener esperanza: la buena nueva del Evangelio. Dios, Señor de la vida y de la muerte, nos ama. Por ello dio a su Hijo Jesucristo quien soportó el suplicio de la cruz y resucitó para solucionar el problema del pecado. A todo el que lo desee, aún hoy le ofrece el perdón, la paz y la vida eterna en su reino, en donde no habrá sufrimiento.
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